martes, 2 de enero de 2024

009 - Ciudadelas

 

Autor: Bruno Faidutti
Editorial: Edge Entertaiment
Año: 2000
Jugadores: 2 - 7
Duración: 60 minutos
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INTRODUCCIÓN

El juego se ambienta en una supuesta ciudad italiana del siglo XV o XVI aproximadamente, o al menos esa es la apreciación que tengo yo al ver las cartas y demás. Allí los jugadores deberán luchar entre ellos por crear la ciudad más hermosa y prospera de todas. Para ello, deberán gestionar su dinero, con el que pueden comprar edificios para sus ciudades, representados por cartas en el juego, a parte de influenciar a algunos de los altos cargos para que cedan beneficios y de ese modo conseguir prosperar antes que los demás.

COMPONENTES

Lo primero que vamos a tocar van a ser los componentes del juego, así que voy a hacer una lista con ellos y comentar levemente su uso en el juego. Esto es sólo un comentario, así que no intentéis entender el juego sólo con este apartado, más adelante explicaré un poco por encima como se juega y quizás lo entiendas todo más claro.
Reglamentos: El reglamento es pequeño, pero está muy bien redactado. Con sólo leerlo una vez, le queda a uno una idea bastante clara de lo que es el juego y su sistema. Una segunda revisión es más que suficiente para comenzar a jugar y no tener que consultarlo, más que para saber las cartas que se eliminan dependiendo de los jugadores en mesa. 

Dinero: Está representado por unas fichas de plástico de color miel. Son planas y me recuerda mucho a las fichas usadas en los parchis antiguos. No son bonitas, pero al menos no son de cartón, que yo las prefiero de plástico. Al principio parece que traen pocas, pero luego te das cuenta que da igual el número de gente que haya en mesa, hay suficientes monedas para toda la partida. Nadie va a acumular mucho dinero, estando el ladrón rulando por ahí.

Edificios: Esto es el grueso del juego, y son las cartas que en él vienen. Cada carta representa un edificio de la ciudad. En ésta viene las monedas que cuesta construirlo, a que distrito pertenece y si es una maravilla, los beneficios que aporta. No tiene más y se entiende en un momento.

Roles: Son ocho cartas que representan a las personas más influyentes, y que otorgan beneficios a los jugadores. Cada turno, se van a ir eligiendo en secreto, dependiendo de lo que quiera uno hacer en ese turno. Vienen 8 roles más, que según parece, pertenecieron a una ampliación del juego, pero que ya en la segunda edición de éste, ya introdujeron. Yo la verdad es que con los 8 básicos no me he cansado de jugar nunca, y casi que los prefiero a los otros.

Corona: Es una carta con una corona dibujada. La tiene el último jugador que eligió el rol de Rey, y la mantiene hasta que otro jugador juegue el Rey. Esta se usa simplemente para indicar que es el jugador inicial.

Cartas de Ayuda: Estas cartas de ayuda son muy útiles, porque viene en una cara las habilidades de los 8 roles principales del juego, y por la otra, las de los otros 8.

EL JUEGO

El juego es muy simple, pero muy difícil de manejar y ganar. Es una lucha continua para intentar esquivar al ladrón, al asesino y al condotiero, y mientras tanto prosperar usando los otros roles.

Antes de comenzar hay que barajar bien el mazo de edificios y situarlo en medio de la mesa de juego, en un lugar donde puedan todos acceder a él con comodidad. Después se ponen las monedas cerca del mazo y se barajan las cartas de roles y se le da al jugador inicial, que al principio de la partida será el jugador de menor edad sobre la mesa, que de paso, conseguirá la carta de la Corona. Lo de barajar los roles no es necesario, pero es una sana costumbre, tanto al comenzar la partida, como al recibirlos del jugador de tu derecha, ya que hay mucha gente avispada y se queda con la posición en la mano de cada rol, y cuando coges tu el tuyo, ya saben lo que has elegido, y eso es muy peligroso. En fin, por último se entrega una carta de ayuda a cada jugador.

Ya tenemos todo listo para el primer turno. Pues bien, antes de elegir el rol, cada jugador roba cuatro cartas del mazo y coge dos monedas que pone en su zona de juego, a la vista de todos. Ahora, cada jugador va eligiendo un rol en secreto, empezando por el jugador inicial y continuando hacia su izquierda. Es importante saber que dependiendo de la cantidad de jugadores en mesa, se deben de descartar bocabajo algunas cartas de roles antes de comenzar a elegir. Esto es principalmente para que el segundo jugador no sepa que ha elegido el jugador inicial.

Una vez que todos los roles han sido repartidos, comienza a decir en voz alta el jugador inicial los nombres de los roles en el mismo orden en el que vienen puestos en la carta de ayuda. El jugador que tenga el rol nombrado, lo muestra y realiza su turno. Seguidamente se nombra el siguiente rol y así sucesivamente se van jugando los turnos hasta que todos los roles han sido descubiertos. Momento en el cual, se vuelven a barajar los roles, se les entrega al jugador inicial en ese momento, y se vuelve a comenzar la siguiente ronda.

Durante su turno, el jugador realiza las acciones siguientes en cualquier orden:

  • Realizar la acción especial del rol que ha elegido ese turno.
  • Coger dos monedas de la banca o robar dos cartas del mazo, elegir una y descartar la otra.
  • Construir un edificio.
Las dos primeras se auto explican ellas solas, y la última, sólo habría que añadir que para construir un edificio, sólo tienes que pagar a la banca la cantidad de monedas que viene indicado en la carta, y jugarla en tu zona de juego.

En cuanto a los roles que tenemos, voy a explicar un poco por encima los básicos, dejando los otros para otra ocasión.

  1. Asesino: Nombras a un rol, y lo asesinas. El jugador que tenga ese rol lo mantiene en secreto, pero cuando éste rol se nombre, debe enseñar la carta y perder el turno.
  2. Ladrón: Nombras a un rol. Cuando este rol salga a mesa, te debe de entregar todo el dinero que tenga en ese momento.
  3. Mago: Puedes cambiar la cantidad de cartas de tu mano que quieras por cartas del mazo de edificios, o bien cambiar tu mano de cartas entera, por la de otro jugador.
  4. Rey: Ganas una moneda por cada edificio amarillo que tengas en tu ciudad. A parte de ser el primer jugador del turno siguiente.
  5. Obispo: Te protege contra el condotiero. Y ganas 1 moneda por cada edificio azul que tengas en tu poder.
  6. Mercader: Ganas 1 moneda. También ganas 1 moneda por cada edificio verde que tengas en tu poder. 
  7. Arquitecto: Robas cuatro cartas. Y es con el único rol que puedes construir más de un edificio en el mismo turno.
  8. Condotiero: Puedes destruir un edificio que quieras de la mesa, pagando el coste de este menos una moneda. A parte, recibes 1 moneda por cada edificio rojo que tengas en tu poder.

FIN DE JUEGO

El juego termina en el momento que un jugador alcance los 8 edificios en juego. En ese momento se termina la ronda que se está llevando a cabo y se hace el recuento de puntos para ver el ganador. Tened en cuenta que un jugador puede construir su octavo edificio, pero ser derrumbado por el condotiero en el último turno de esa ronda y quedarse con siete edificios. Aún así, la partida termina. También está la posibilidad de que varios jugadores terminen con 8 edificios o más.

El recuento de puntos es fácil, sólo hay que sumar las monedas que se ha gastado uno en generar su ciudad, y eso son los puntos que se tiene. Luego hay que sumar puntos si eres el primero en llegar a 8 edificios, si tienes 8 edificios y si tienes al menos un edificio de cada distrito. El jugador que más puntos haya obtenido gana la partida. Aquí hay que añadir, que no tiene porque ser el ganador el que ha construido primero los 8 edificios, por lo que no hay que correr como loco construyendo sin conocimiento ninguno, sino que hay que meditar mucho cada edificio construido.

MI OPINIÓN

Como he comentado antes, el juego tiene una mecánica sencilla y que consigue enganchar tanto a jugones como a los que no están tan acostumbrados a este tipo de juegos. Durante la partida, tienes que estar pendiente de todo lo que están construyendo los demás, de intentar averiguar que rol han cogido para que no te hagan daño, o incluso para hacerlo tu. Por lo que te tiras toda la partida jugando a una especie de gato y ratón, mientras sobrevives e intentas construir la ciudad más rápidamente que los demás y sobretodo, más lujosa y cara.

Aunque a priori puede resultar un juego sencillo de asimilar, he de decir que se nota mucho cuando un jugador es experto, pues sabe en que momento usar cada rol, esquivar a los dañinos y hacer daño done más duele. Supongo porque los novatos no saben bien disimular en un momento dado. Pero bueno, aún así, se le puede ganar a un jugador que se nombre a si mismo, experto en Ciudadelas, por lo que no hay que preocuparse demasiado.

En cuanto a la rejubabilidad, pues que tiende a infinito. Puedes jugar tantas veces como quieras que no te cansarás. Cada partida es distinta, y el papel de los roles es importante en este tema, ya que no puedes seguir el juego de forma mecánica, ya que dependes mucho de lo que hagan los demás. Es un desafió cada vez que saques el juego a mesa.
Así, que sólo me queda añadir, que es un juego que recomiendo, y que no debe de faltar en cualquier ludoteca que se precie. Indispensable.

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