Editorial: Fantasy Flight Games
Jugadores: 2 a 4
Duración: 45 minutos
Cuando lo jugué por primera vez en las Jornadas de Juegos de Mesa de Córdoba, allá por el año 2.008, aproximadamente, me pareció un grandisimo juego. Por aquel entonces estaba yo muy verde en estos temas, pero he de decir, que aún hoy en día, conociendo la cantidad de juegos que conozco, me sigue pareciendo un gran juego. Ha perdido fuelle, pero me sigue encantando.
Componentes
Los componentes del juego son pocos. Un tablero dividido en cuatro piezas con forma de puzzle, que se unen para formarlo. Es la primera vez que me encontraba con un tablero de este tipo, acostumbrado a los tableros que venían doblados para que entrasen en la caja. Y me resultó curioso y una forma perfecta para tener los tablero siempre en perfecto estado. Creo que se estropean mucho menos de esta forma, ya que los que vienen con el dobles, al final, de tanto usarlos se suelen rajar.
A parte del tablero, vienen unas losetas cuadradas y unas monedas de cartón. El cartón es de buena calidad para lo que un juego de ese precio puede ofrecer, aunque las monedas me dan la sensación de que resultan un poco cutres. En cuanto al diseño gráfico, nada reseñable, está a la altura, ni muy bonito ni muy feo.
Objetivo
El objetivo del juego es conseguir después de tres rondas el máximo de puntos de victoria posibles, usando tus castillos de forma inteligente y reservando los grandes para los momentos adecuados.
Preparación
Cada jugador elige uno de los cuatro colores disponibles y pone delante suya los castillos de su color. Luego se forma el tablero con las cuatro piezas del puzzle, y se barajan las losetas de forma que queden bien mezclaras y sin que se vean el contenido de estas. Empezando por el jugador inicial, cada uno coge una de las losetas y la guarda. Esta loseta la podrá usar en cualquier momento, en lugar de coger una del montón.
Jugar
Empezando por el jugador inicial, éste elige entre poner la loseta que tiene en su poder, o bien coger una del montón y colocarla en el tablero, o bien colocar uno de sus castillos en el tablero. Una cosa a tener en cuenta es que la loseta que se tiene en su poder, una vez usada, no se recupera. O sea, que no se vuelve a robar para tener siempre una en reserva. En cuanto a los castillos, una vez usados, no se recuperan, a excepción de los de 1 punto, que son los únicos que vuelven a tu mano par la siguiente ronda.
El tablero está dividido en cuadrados perfectos para colocar las losetas que vienen en el juego. Cuando se pone una loseta sobre el tablero, hay que situarla en cualquier cuadrado libre de éste. Esta loseta afectará a todas las losetas que sigan una línea recta desde ella a los bordes del tablero. Las losetas, la mayor parte de ellas tienen un modificador a la puntuación, la mayor de ellas positiva, pero unas cuantas negativas. Luego tenemos las losetas especiales, que creo recordar que hay sobre cuatro distintas, una que multiplica por dos los puntos de la fila, otra que los modificadores positivos no cuentan en esa final, otra que hace que la influencia de una loseta se corte en ella no siga por la fila, etc.
Los castillos vienen clasificados por puntos. Hay castillos con un punto, dos puntos, tres y cuatro puntos. Cuando se sitúa un castillo sobre el tablero, al final de la ronda, este castillo puntuará sumando todos los modificadores de las losetas que haya en linea recta desde el castillo hacia los cuatro lados del tablero, multiplicado por un modificador igual a la cantidad de puntos que tiene el castillo. Por lo tanto hay que saber muy bien cuando situar un castillo y que castillo colocar. Es normal que cuando veas una cruz favorable, quieras colocar un castillo con un multiplicador alto, pero esto conlleva a que los demás compañeros minarán a ser posible, las filas que afecten a ese castillo con puntos negativos.
Final de la partida
El final de la partida llega cuando el tablero se ha llenado de losetas y no puede colocarse ninguna más. En ese momento se deja de poner losetas y se cuentan los puntos obtenidos en esa ronda por cada castillo. Después se vacía el tablero, se entregan las losetas que cada jugador tenga guardadas, en caso de no usarlas, y se recuperan solamente los castillos de un punto. Se vuelven a barajar las losetas, se reparte una a cada jugador, y comienza la segunda ronda exactamente igual que la primera. Al final de la tercera ronda, el juego se termina y el jugador que haya obtenido más puntos gana la partida.
Conclusión
Un juego rápido y vistoso, donde la suerte influye en su medida justa. Sirve sobretodo para echar unas risas con los amigos, aunque muchos lo tachan de ser demasiado matemático, no se, yo tampoco me quiebro mucho la cabeza intentando sumar y restar para ver si un sitio es rentable o no, ya que como queden huecos vacíos, y tus compañeros de mesa tengan la suerte de que les toque losetas con puntuación negativa, te la pueden jugar. En fin, un juego muy recomendables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario