Autor: John Yianni
Editorial: Asmodee
Año: 2.001
Jugadores: 2
Duración: 20 minutos
Lo primero que destaca en el juego es la bolsa que trae para guardarlo. Increíblemente útil para transportarlo sobretodo porque las fichas al ser de plástico duro y muy resistentes al desgaste, puedes llevártelo a la playa o donde quieras, que el juego no sufrirá nada. Por lo que podemos decir que es un juego para llevar. Yo tengo la versión normal, pero he visto y jugado a la Pocket, y si no llego a tener el juego ya, me compraría esta última, mucho más pequeña y más fácil de transportar.
Al abrir el juego nos encontramos con la segunda cosa que más me ha gustado del juego, que es el tablero, que no tiene. Es un juego abstracto que bien podría traer un tablero para ir colocando las fichas, pero perdería toda la gracia, a parte del sitio que ocuparía, por lo que el tablero tendremos que tenerlo dibujado en nuestra mente, y para quien haya jugado ya al juego entenderá eso. A veces a los que han jugado poco, les cuesta entender o prever los movimientos de las fichas en el tablero por la ausencia de éste.
Y el último de los componentes, es el reglamento, muy claro, escueto y con algún ejemplo. Maquetado de una forma muy simple pero efectiva.
En cuanto a las partidas, se desarrollan durante unos 20 minutos, por lo que puede producirse varios piques entre los dos jugadores. Ésta termina cuando la Abeja Reina de uno de los dos jugadores no puede realizar ningún movimiento y por lo tanto, todos sus lados están ocupados por una pieza, ya sea suya o del contrario.
El equilibrio del juego está muy conseguido al tener los dos jugadores el mismo número y tipo de fichas, y durante la partida, lo normal es que genere la sensación de que ambos jugadores tienen el control de la partida.
El funcionamiento del juego es realmente sencillo, cada jugador se va turnando para realizar una acción, que bien puede ser colocar una ficha nueva en el tablero, o mover una ya existente. La intención del juego es acorralar la Abeja Reina del contrario, por lo que es importante saber que piezas y cuando ir sacándolas para no quedar acorralado y tener bazas suficientes para atacar en el momento adecuado. Saber aguantar un ataque, o sacrificar fichas para bloquear otras es importante.
Y es esa parte lo que más me gusta del juego. Nunca sabes nunca el movimiento que va a realizar tu contrincante. Nada es lógico en este juego, y nunca vas a saber si has hecho bien con esa acción o al final te vas a arrepentir. A veces piensas que tienes el control de la partida, y otras veces que vas a perder en el siguiente turno, pero nunca es todo lo que parece.
No he querido profundizar mucho sobre el juego para no hacerme pesado, y principalmente porque es un juego muy sencillo de aprender a jugar, podéis encontrar las instrucciones en cualquier parte, y por lo tanto, no pretendo aburriros. Sólo quería comentaros que para mi y mi pareja, es un clásico que no puede faltar en una tarde de juegos. Que me encanta la edición que tiene el juego y lo rápido que se resetea las partidas. Animaros a probarlo, no os arrepentiréis.
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